Wednesday, January 09, 2008

Murasaki Shikibu, la novela de Genji.


Murasaki Shikibu nació en Japón,el país del sol naciente.Pudo venir al mundo entre el año 970 y el 978,en cualquier caso es otro más de los misterios que rodean la vida de esta mujer.Ni siquiera su nombre es real.
Murasaki es considerada por muchos académicos la autora de la novela psicológica más antigua de la literatura universal.

Esta obra se titula Genji monogatari (La novela de Genji) y vio la luz casi seiscientos años antes que las obras de Cervantes o Shakespeare,en una época de sutil esplendor cultural en Japón,el Período Heian (794-1192),de marcado carácter cortesano y enorme sensibilidad artística.Sólo en este período se puede entender que algo tan nimio como los distintos tipos de papel y su forma de plegarlos al convertirse en misivas de amor o poesía adquieran la categoría de un exquisito arte denominado Origami.Por otro lado,aquí se gestará el origen de lo que, años más tarde,será una de las castas más legendarias del país,los Samurái.

Volvamos un instante al viejo continente.En esa misma época Europa tiembla cada vez que los drakkar (barcos; la palabra proviene del islandés y significa dragón) vikingos arriban en las desprevenidas costas buscando nuevos botines.Curiosa paradoja entre dos civilizaciones,mientras en Europa este ser mitológico,el dragón, es temido y despreciado,en Japón y en toda la cultura del lejano Oriente era reverenciado y aclamado.Dos formas de mirar el mundo.

Procede esclarecer algunas señas de identidad en la Etapa Heian para penetrar más a fondo en el "alma" de la novela.La influencia de la Religión Budista venida desde China impregnó la vida cortesana de su serena espiritualidad.Algunos valores y conceptos adquirieron una significación cercana al misticismo,es el caso de la palabra "Aware",una compleja expresión que podría traducirse como sensibilidad ante lo efímero de las cosas,su impermanencia,éste último rasgo es una de las enseñanzas fundamentales del budismo.

Y eso es en esencia "Genji monogatari",la percepción del paso del tiempo,la conciencia de una existencia fugaz.El cariz psicológico que va tomando la obra es palpable pero sin ahondar en cuestiones demasiado metafísicas,algo más propio de Occidente.Con estos antecedentes de vanguardia para la época en que fue escrita,no es de extrañar que muchos la consideren la primera novela en el sentido moderno,tal y como la entendemos hoy.No en vano algunos autores ven al personaje,Kaoru, como el primer anti-héroe.

Hay destacados admiradores de la obra.Por citar algunos comentarios:

"No es que la vasta novela de Murasaki sea mejor o más memorable o intensa que la obra de Cervantes, pero sí más compleja y que la civilización que denota es más delicada". Jorge Luis Borges.

"Una de las novelas más antiguas del mundo comparable a los grandes clásicos occidentales como Cervantes o Balzac". Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura 1990.

"La novela de Genji es uno de los grandes clásicos del mundo". W.B Yeats, Premio Nobel de Literatura 1923.

"No se ha escrito nada mejor en ninguna literatura". Marguerite Yourcenar.

La lectura de esta obra puede resultar,en determinados momentos, complicada por diversos aspectos,por ejemplo, durante el Período Heian la realeza consideraba de buen gusto hablar citando o parafraseando refranes o poesías,por ello determinadas expresiones no están exentas de cierta ambigüedad. Murasaki fue una poetisa de la realeza,además era biznieta del gran poeta Kanesuki y también descendiente del famoso Fuyutsugu,figuras relevantes de la antigua cultura nipona.

Mediante una observación tranquila y atenta Murasaki establece paralelismos entre los diferentes estados anímicos de sus personajes y algunas manifestaciones de la naturaleza como la lluvia,la oscuridad en la noche,los relámpagos,el rocío,etc.El paisaje natural es una pieza esencial en la literatura japonesa.Todo en su escritura rezuma sutileza en un ambiente de cierto pesimismo,su puesta en escena muestra,en algunos pasajes, esa tendencia oriental hacia el minimalismo de carácter refinado,sofisticado.

Las reflexiones que hace más de mil años vertió la autora sobre los personajes son las mismas que hacemos ahora,es decir,las que surgen en torno al sentido de nuestra existencia finita.La sensación de finitud ha sido plasmada por numerosos autores desde el inicio mismo de la literatura.Un buen exponente en España es Unamuno,quién reflejó con la vehemencia que aflora por estos lares del Mare Nostrum ese sentimiento de angustia vital que emana de nuestra naturaleza perezedera.

El número de ediciones en castellano de Genji monogatari no es amplio.Yo poseo la edición revisada en noviembre de 2007 de la Editorial Destino.

No quisiera concluir este escrito sin mostraros un breve extracto de la obra,en este caso perteneciente a la traducción de X. Roca Ferrer para Ediciones Destino.Lo tenéis también en el enlace que aparece al final.

"Genji, en deshabillé, lee a la luz de una lámpara de aceite. Encima de un estante se acumulan hojas de papel de colores dobladas con arte delicado, pues sólo al japonés se le ha ocurrido hacer un arte de algo tan prosaico como doblar un folio. Seguramente son cartas de amor, y algunas conservan aún restos de perfume."

Y este otro que escojo de mi propio libro (el que os muestro en la foto):

- la dama le contestó en el mismo tono de buen humor: "Si el viento invernal no se avergüenza de tapar el rumor de las hojas secas, ¿voy a tener yo que borrar el son de mi flauta para que se oigan los vientos? -

Esta novela me ha provocado un sutil deleite...como el paisaje japonés.