Saturday, November 10, 2007

Vidas paralelas...




"La pereza y la muerte son hijas de la misma madre",me repetía con cierta regularidad,a modo de letanía,Wilmer el loco (así lo llaman en su pueblo),es la persona que aparece a la izquierda en la foto (yo estoy en el centro).
Que Wilmer haya convertido esta suerte de sentencia en lei motiv de sus escasos,pero intensos, 22 años,no es para nada casual.
Wilmer quedó huérfano de padre antes de nacer,todavía quedaban dos meses para que esos ojos vivarachos viesen la luz del sol.Siete años más tarde,fallecía su madre.
Wilmer tuvo menos suerte que sus cuatro hermanos,todos fueron separados al ser acogidos por diferentes familiares,no había ningún tío o tía que,económicamente, pudiera hacerse cargo del sustento de todos ellos.Decisión salomónica,cada uno sería adoptado por un pariente diferente.
Wilmer llegó a su nueva familia con la mirada tímida y huidiza de un niño de siete años.Wilmer nunca recibió el cariño sus tíos.
Todos los días de manera irremediable,las tres de la madrugada marcaban el inicio de su interminable jornada,esa fue la hora impuesta por su tío para que el "cholito" Wilmer,entre bostezo y bostezo,mudase el ganado (llevar a las reses a una zona de pasto).Cuando las manecillas del reloj llegaban a la fatídica hora,el canto de los gallos solo era verdad en los cuentos,sus primos aun disponían de tres horas más para dormir plácidamente.
Wilmer caminaba durante 2 horas y media hasta llegar a la inverna (así denominan en Perú y en otros países de América del Sur,el lugar de pasto).
Siempre cumplía el mismo ritual al levantarse...desayunaba algo de arroz y choclo (maíz tierno),un pedazo de queso fresco,en ocasiones un vasito de leche,a continuación se enfundaba su raído poncho marrón...y listo para la faena.
Cuando regresaba a casa,después de haber echado un vistazo a la chacra, (palabra de origen quechua,viene a ser granja, o también, huerto,etc) eran casi las siete de la tarde,en la hora y media que le quedaba antes de irse a dormir, sus primos le comentaban las incidencias del colegio,a Wilmer le estaba vetada la escuela,él había llegado ahí para trabajar,así se lo recordaban sus tíos.
Durante siete años Wilmer protagonizó en solitario la misma escena; levantarse a las 3 de la madrugada,su choclo para desayunar con el pedacito de queso,el arroz,se ponía su poncho marrón... y a mudar el ganado.De vuelta a las 7 de la tarde, a esa hora el cielo andino es tan oscuro como el futuro que se cernía sobre él.
Una noche,cuando Wilmer tenía 14 años,se levantó como siempre a las 3 de la mañana,esta vez no desayunó,se abrigó con su poncho marrón...y salió para nunca más volver.
Caminó durante dos días bordeando los fríos,altísimos y solitarios cerros del norte andino hasta que,por fin, llegó a su pueblo natal,Cesara.
"Hola...soy un cholito de Cerro Bravo" estas fueron sus primeras palabras al toparse con una vecina del pueblo.
Wimer es un chico alegre,siempre está bromeando,es pura fibra,no para quieto...nunca le enseñaron a estarlo.Juega con su hijita Ilda de 2 años...pero a veces, su mirada se pierde en el horizonte,vagando entre la niebla de los cafetales...dice que no conoce el miedo,yo le creo.Nadie,excepto él,sabe lo que ha sufrido este muchacho.
Ilda está tranquila,sabe que su papá guarda en un baúl,millones de besos de buenas noches...esos mismos que a él le negaron.
La pequeña ríe feliz persiguiendo unas gallinas.

"Fórmula" tiene buen apetito,juntando lo que almorzábamos Wilmer y yo,pasaría perfectamente por uno de sus postres,así que,por cuestión de espacio en este ordenador,obviaré en que consistían sus viandas ( ¡eh...no te me enojes cojudo..jaja! )
Siente pánico de todo ser vivo que se mueva reptando. ¡ Una vez,cuando era chivolo (niño),llegamos a contar 14 culebras metidas en el hueco de un tronco ! nos relata,con el temblor aun metido en el cuerpo.Así empieza una de las estrambóticas historias del variopinto anecdotario de Olger (ese es su verdadero nombre).
Sin embargo, no le tiembla el pulso a la hora de bordear con su desvencijado Toyota algunas de las peligrosísimas y minúsculas pistas de tierra que,dibujando un paisaje veteado,se incrustan como cicatrices en los Andes del norte peruano,y cuyos flancos dejan entrever los imponentes y desafiantes precipicios de esta región.
Observar la calma y templanza de Fórmula manejando su auto en estas circunstancias es,cuanto menos,chocante al saber que saldría disparado como un cohete si se topase con una inofensiva culebrilla,probablemente mucho más asustada que él.
Efectivamente,como habréis imaginado,Fórmula (la persona que veis a la derecha en la foto) es el conductor que me aventuró,en compañía de Wilmer, por diferentes pueblos y ciudades del norte de Perú y la periferia de la Selva Amazónica.Un periplo de más de 1200 kms. durante varios días de mi larga estancia.
Si de algo se jacta orgulloso Fórmula,es de no tomar (beber alcohol) ni antes,ni durante,ni después de conducir,sencillamente no toma alcohol.Esa particularidad, constituye una rara avis respecto a no pocos colegas de profesión,supone una diferencia sustancial con muchos de sus compañeros que, tanto Wilmer como yo, estimamos de buen grado.
El alcohol y la conducción es un problema serio en buena parte del Perú,lo pude comprobar por la apreciable presencia de cruces y dedicatorias al borde de los precipicios...nunca mejor dicho.
Fórmula,que conoce gentes y lugares de esta región como nadie, me comentó que, en la mayoría de los casos, los conductores fallecidos iban borrachos.
Fórmula sabe bastante sobre esta cuestión,su padre,ante la disyuntiva de escoger entre su familia y el alcohol,sucumbió a la efímera felicidad de este último y acabó abandonando mujer e hijos.
La última vez que Olger vió a su padre tenía 12 o tal vez 13 años,no lo recuerda bien,sus caminos,desde entonces,no han vuelto ha cruzarse,esto,a sus 42 años, no le inquieta lo más mínimo.
Fórmula,igual que Wilmer, también lleva con una entereza admirable su propia cruz,ha padecido lo suyo.El victimismo no va con ellos.
El estoicismo de mis amigos me deja pensativo...a veces nos sentimos tan cerca...y otras tan lejos...
Esos ojos oscuros que, en ocasiones, me observan con intriga,poseen algo indómito...no se si pensarán lo mismo de mi...ese gringo que se aleja solitario por la noche,sin hacer ruido, y se sienta a contemplar las estrellas en el cielo.
Wilmer y Fórmula,vidas paralelas que diría Plutarco,con o sin Plutarco,Fórmula y Wilmer tienen su vida escrita en la mirada...en sus silencios.Fui testigo de ello.
El destino...o lo que sea,quiso que nuestras vidas se cruzasen,y a mi me gustó que así fuera.Gracias a los dos por vuestra compañía.

14 Comments:

Blogger Clarice Baricco said...

ayyy amigo, sentí un nudo en el estomago mientras te leía...ufff... y sabes? te percibo que tú tienes la facilidad y sensibilidad para convivir con esas personas tan lindas que a veces no son mencionadas.
Me alegra que hayas vacacionado tan lejos. También supongo como regresaste.
Para la otra espero que sea por estas tierras.

Besos.

7:53 PM

 
Blogger இலை Bohemia இலை said...

de que manera tan sencilla, cercana y sincera nos has hablado de tus dos amigos, sus vidas no han sido nada fáciles, pero aún así...cuantas lecciones de vida nos pueden dar...Me ha encantado leerte, lo digo de corazón...

Un abrazo

4:55 PM

 
Blogger Recomenzar said...

Me ha encontado haberte conocido¿somos amigos?
Abrazos

12:03 PM

 
Blogger maite said...

hola Mart...impagable su compañia!!!
me alegra verte de nuevo,
un besito

3:25 PM

 
Blogger Recomenzar said...

Tus escritos son livianos auténticos buenos creo ques lo msimo que notaste en los mios..no lo de buenos pero sí son livianos y complicados como soy yo...
besos compañero

7:40 AM

 
Blogger Rosa Silverio said...

Debió haber sido para ti una experiencia muy especial haber hecho ese viaje y recorrer los rincones de Perú en compañía de dos personas tan chéveres como esas. Uno disfruta más cuando hace las cosas en compañía de gente tan humana y agradable.

8:33 AM

 
Blogger Francisco Ortiz said...

Humanismo. Entrañable. Ideal para sacarnos un poquito de nuestros cuartos confortables, de nuestra mentalidad de compradores y consumidores. Con tu permiso, la recomiendo en mi blog.

5:32 AM

 
Blogger mart said...

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11:07 AM

 
Blogger mart said...

Claricce.Hola amiga.Desde el principio hubo una buena sintonía entre nosotros.Me seduce el valor de lo sencillo,de lo auténtico.Ellos se mostraron ante mi sin dobleces y yo procedí de la misma forma...los tres fuimos igual de importantes para unas cosas e igual de insignificantes para otras.Un abrazo.

Bohemia.Aún palpita con fuerza el recuerdo de las peripecias vividas en compañía de Fórmula y Wilmer.Quizás por ello las palabras han fluido de forma natural y espontánea,justo como era nuestra convivencia,a ratos caótica,a ratos silenciosa...según amanecía el cielo.Cuídate bohemia.

Maite.Yo también me alegro de verte por aquí.Desde luego Maite,disfrutar de su compañía y aprender de ellos es algo impagable.Abrazos.

Mi despertar.¡Encantado de aceptar tu propuesta!.Uno es parte de lo que escribe.Hay un componente emocional latente, que rige ese acto tan aparentemente racional que es escribir.Un abrazo.

Rosa.Así es,fue una experiencia enriquecedora en la que vivimos situaciones muy diversas,a veces divertidas,otras un tanto angustiosas…bueno,un poco de todo.Al final lo que queda son esos pequeños instantes,gestos,silencios…que cada uno de nosotros guardará para siempre en su memoria.Cuídate amiga.

Francisco.Gracias,es un honor ser mencionado por ti,Francisco,me siento conmovido.He pretendido reflejar,con más o menos acierto, esa aparente naturalidad sin signos de autocomplacencia con la que mis amigos afrontan la vida, pese a las circunstancias personales que han padecido.Cuídate.

11:19 AM

 
Blogger Rosa Silverio said...

Apreciado Mart:

Pasé para felicitarte en navidad, para desearte lo mejor en estos días. Espero que la pases bien junto a tus seres queridos y que tu año 2008 sea venturoso y lleno de alegría.

Gracias por tu amistad, por la dicha de saber que estás ahí, siempre sincero, siempre con tu mano franca.

Con mucho cariño, tu amiga,

Ro

8:00 AM

 
Blogger Bethania said...

sabes, cuando leo historias de este tipo pienso que soy muy injusta al quejarme, hay personas que han sufrido mucho y sin embargo siempre te muestran una sonrisa y las ganas de seguir luchando, son personas de las que hay que tomar el ejemplo. Que lindo que pudiste convivir con ellos.
Saludos!

11:12 AM

 
Blogger mart said...

Rosa.Gracias a ti también Ro por tu presencia y por tu amistad.Aprovecho para felicitarte la Navidad y lo hago extensivo a todos los demás.

Bethania.A veces todos nos quejamos por nimiedades,imagino que nadie está a salvo de ello.Debe ser algo inherente al ser humano.Reflexionar sobre esto en la manera que tú lo haces,es lo deseable,lo que cabría esperar de una buena persona.Cuídate amiga.

1:02 PM

 
Blogger Mar said...

Contando historias eres mejor que cualquier documental de la tele... Carajo!!... conseguiste dejarme pegada. Buuf, hace falta a veces saber de esas vidas paralelas, para saber lo afortunado que es uno y dejar de darle importancia a lo que no lo tiene. Este tipo de personas que todavía le quedan sonrisas y buen humor con la que les ha caído, son realmente aleccionadoras.

Gracias por abrir mis ojos, seguiré asomandome al fondo de los tuyos...

un saludo...Qettah

1:25 PM

 
Blogger mart said...

Qettah.Agradezco mucho tus palabras.Totalmente de acuerdo con lo que dices.Estaré encantado de ofrecerte una nueva vista a través de mis ojos...haré lo propio con los tuyos.Un saludo.

7:53 AM

 

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